lunes, 28 de junio de 2010

Sex in the city 2, o como Barbie y Sarah Jessica son la misma persona

Sí, ya lo sé. Llevo siglos sin escribir y ahora que me pongo es para hablar de una película de este “nivelazo”. Lo sé, no tengo remedio. Pero puedo explicarme…

Hace unos años, una tarde aburrida frente a la televisión, concretamente frente al canal Cosmopolitan, vi mi primer capítulo de Sexo en Nueva York. Había oído hablar de la serie, como todo el mundo, pero no pensé que fuera para mí. Sí, veo casi todo tipo de series, tengo un gusto demasiado ecléctico, podría decirse. Pero me encantó la idea de la columna semanal sobre la vida sexual de una joven en la Gran Manzana. ¿Por qué no? ¿Es que acaso yo no la leería con fruición? No voy a ser falsa, soy una mujer muy curiosa y enterarme de la vida de los demás me interesa tanto como a la mejor.

Así que comencé a ver la serie desde el principio. Y las primeras temporadas me parecieron muy entretenidas y divertidas. Está claro que sabes lo que vas a ver. Pero lo que más me gustó fue esa manera de quitar prejuicios a las cosas. Y sí, las primeras temporadas eran algo feministas. Luego, a pesar de dárselas de liberadas y divinas, lloraban por los rincones por no encontrar un hombre que las amara… Está claro que para algunas cosas, los seres humanos nos parecemos un montón.

Terminé la serie en un pis pas y conocí a bastante gente que el rollo neoyorquino cool que acude a las mejores fiestas y estrenos, bebe cosmopolitans sin parar y se compra los zapatos más bonitos e incomodos de la historia había llegado a engancharles de la misma manera que lo hizo conmigo. Y es con una de esas personas con la que fui a ver el primer salto a la gran pantalla de las cuatro amigas. La peli, bastante flojita, se dejaba ver. Rompía un poco con la esencia de la serie, pero había bastantes momentos que te recordaba a los mejores capítulos y por esa razón fui a ver la segunda parte, aún a sabiendas de que en este tipo de películas, segundas partes no son recomendables.




Y así fue. A la hora y media de película (porque encima dura dos horas y media, por Dior!!!) me giré a mi querido acompañante y le dije: esto debería llamarse “Barbie y sus amigas se van al desierto”. Pero a qué viene tanto modelito que raya el ridículo, tanta sosería mayúscula, esa historia que no va a ningún lado y parece patrocinada por un jeque forrado dueño de un hotelazo en los Emiratos que ni siquiera va a ver la película, porque si la viera, le daría un pasmo con la parodia feroz que se hace de los ciudadanos árabes y los creyentes más conservadores… A qué viene ese despropósito. Los fans de la serie sólo queríamos ver otro capítulo pero que durara una hora y media. Y no, no nos interesan los cientos de cambios de vestuario de las protagonistas (por cierto, a cada cual peor, la T-shirt con la falda de princesa para el zoco no tiene perdón de Dios!). Algunos estábamos interesados en otra forma de entender las relaciones y el sexo. Y nos hemos encontrado con más moralina, más “cásate, porque al final es lo que quieres, por mucho que lo niegues” y más sentimiento de culpabilidad femenino por querer hacer algo con tu vida además de tener hijos. Quizá ese mensaje tenía sentido hace 30 años: esa liberación a medias, con sentimiento de culpa. Pero hoy, las mujeres que no nos sentimos mal por no casarnos y tener hijos para sentirnos realizadas, que tampoco creemos que el trabajo sea toda nuestra vida, pero no descartamos una madurez solteras, necesitamos algo más que zapatos y modelitos caros para disfrutar de una película “femenina”. Lo siento, que me devuelvan el dinero.

Luego, para seguir la tradición, nos fuimos al Jardín secreto, a tomar un cosmopolitan, destripar la película y ahogar nuestras penas en vodka. Siempre nos quedaran los buenos recuerdos…

Plan nº 8

Entrada para Sex in the City 2 (VO): 7 euros
Palomitas compradas en el cine (nunca más): 3,45 €
Cosmopolitan delicioso para olvidar las penas: 7 €

TOTAL: 17,45 €

¡CONSEGUIDO!

Cines Princesa
Calle Princesa, 3-5 (el de la Plaza de los Cubos)
Metro Plaza de España

El jardín secreto
Calle de San Bernardino, 22
Metro Plaza de España

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